Tener el Rosario en el bolsillo
Todo católico debe tener siempre un Rosario en su bolsillo. Existe el denario con sólo diez cuentas y que puede transportarse fácilmente.
Siempre que busques un pañuelo o una llave antes de salir, recuerda también llevar el Rosario de Jesús y María.
. Aprovechar el tiempo libre también para rezar
En la vida cotidiana siempre hay un "tiempo libre" que podremos aprovechar para rezar el Rosario: cuando esperamos la consulta médica, un bus, una llamada importante, entre otros.
. Las imágenes y la música también pueden ayudar
El Rosario es una oración contemplativa. Más importante que las palabras que usemos, es la predisposición de nuestro corazón para contemplar cada uno de los misterios.
. Orar de rodillas o peregrinando
El Rosario puede rezarse siempre y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede llegar a sentir un "desafío físico". Sin embargo esto no se trata de “torturarse” o aguantar el mayor tiempo posible, sino de tener en cuenta que tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es también una oración de peregrinación. SANTO ROSARIO:
Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.
Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:
1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
9. Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.
10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía